A menudo en nuestra práctica clínica, nos encontramos con manos cerradas con aumento de tono o espasticidad, que tenemos dificultad para facilitar su apertura y movilizarlas. Para ello, es importante estimular la mano, con el objetivo de normalizar el tono y la sensibilidad.
La mano tiene una gran representación en la corteza cerebral, las áreas receptivas de la mano son numerosas y muy pequeñas, además presenta mayor discriminación táctil que otras zonas del cuerpo. La parte más cubital (zona del meñique), tiene como función dar estabilidad, y la parte más radial (zona del pulgar), tiene mayor componente de precisión.
Para facilitar la apertura estimularemos sensitivamente con un cepillo de dientes por ejemplo, la parte externa del meñique y la eminencia hipotenar. También es útil, dar pequeños “golpecitos” en esta misma zona, facilitando su apertura en su postura sinérgica.
Una vez que hemos estimulado la apertura sensitivamente, realizaremos movimientos de coaptación de las metacarpo falángicas.
Poco a poco, cuando conseguimos una mínima apertura que nos deje acceder a la palma de la mano, estimularemos esta zona con otro cepillo, podemos utilizar uno de mayor tamaño.
Espero que os sirva de ayuda, os invito a comentar y compartir vuestras técnicas de facilitación.
Autora: Pilar Rodríguez Pérez.