Artículo: “CLAQUÉ PARA REHABILITACIÓN EN CASOS DE ESPASTICIDAD DEL TRÍCEPS SURAL”

LA MÚSICA PUEDE AYUDAR A LA RECUPERACIÓN MOTORA DEL MIEMBRO INFERIOR EN AFECTADOS DE ENFERMEDADES NEURÓLOGICAS.

Esta última semana, por tres vías diferentes, me ha llegado información o me he dado cuenta de que la música puede ayudar en la rehabilitación.

Lo primero de todo, hablando con un compañero fisioterapeuta, me comentó que el paciente que tenía después le pedía poner música heavy metal durante el tratamiento sobre todo si iba a ser intenso porque le ayudaba a tener más fuerza y resistencia. Son muchas las personas que corren con música porque les motiva a correr más tiempo o más rápido.

Lo segundo, acudo a las Jornadas de EM en el IMSERSO y escucho al musicoterapeuta Rodrigo Martín Munuera hablar de Estimulación Auditiva Rítmica (RAS). Busco en la red y encuentro una revisión de siete ensayos (http://www.update-software.com/BCP/BCPMainFrame.asp?DocumentID=CD006787&SessionID=0) que cito a continuación:

“Se incluyeron siete estudios (184 participantes). Los resultados indican que la estimulación auditiva rítmica (EAR) puede ser beneficiosa para mejorar los parámetros de la marcha en pacientes con accidente cerebrovascular, incluidos los parámetros de la velocidad de marcha, la cadencia, la longitud del paso y la simetría de la marcha.”

Hay referencias de los resultados positivos en la mejora de la marcha con estimulación auditiva rítmica (RAS) en pacientes con EM: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/20643882

La tercera coincidencia es que desde hace un mes aproximadamente estoy proponiendo a cuatro pacientes afectados de esclerosis múltiple utilizar el feedback del sonido de sus pies para trabajar la movilidad del miembro inferior. ¿Cómo se me ha ocurrido? Pues a raíz de practicar yo misma claqué y darme cuenta de cómo en función de lo relajado que deje el pie y de que el movimiento nazca de una parte del cuerpo o de otra (cadera o tobillo) el sonido es más fuerte, flojo, más largo, corto, tiene más brillo o menos…

Se me ocurrió empezar simplemente con los pies calzados para que haya sonido proponiendo a pacientes con espasticidad moderada del tríceps sural (pantorrillas) poner un pie de puntillas y dejar caer el talón produciendo sonidos alternos del pie derecho e izquierdo. El pie que presenta espasticidad no hace ruido al caer o hace mucho menos. Sin embargo a medida que el paciente se da cuenta de la diferencia de sonidos empieza a probar de forma intuitiva qué hacer para que el sonido sea similar y de esta forma encuentra finalmente cómo lograrlo.

Enseñar al talón a bajar con la suficiente inercia para provocar un sonido es enseñarle a soltar el tono excesivo al tríceps sural, es aprender a controlar la espasticidad. El paciente recibe el feedback del sonido para darse cuenta de cuándo efectivamente ha logrado la inhibición del tono necesaria. Al mismo tiempo, intentar sacar un tempo al movimiento, con la sucesión rítmica de diferentes sonidos ayuda a motivar al paciente para seguir practicando.

DibujoSe puede graduar esta actividad a medida que el paciente va mejorando desplazando hacia atrás el pie de modo que aumenten los grados de flexión de rodilla y de tobillo así como incrementando el tempo de modo que los movimientos cada vez sean más rápidos. También puede aumentarse la dificultad añadiendo más movimientos como punta derecha-punta izquierda, talón derecho-talón izquierdo-planta derecha-planta izquierda. También complicando aún más las secuencias para mejorar coordinación y atención incluyendo incluso palmadas.

Te propongo probarlo, tanto si eres afectado y tienes espasticidad en tu pantorrilla como si eres terapeuta y quieres probarlo con tus pacientes. Verás cómo mejoras o mejoran a base de práctica, cómo el feedback del sonido ayuda al cerebro a aprender a modular el tono muscular.

Para ello, puedes pinchar en este enlace para ver un vídeo explicativo:

Si te animas, puedes contarnos qué tal te va practicando claqué.
Muchas gracias,

Beatriz Tierno Tierno. Fisioterapeuta y Terapeuta Ocupacional.

beatriztiernotierno@gmail.com

Nuevo artículo: ¿ESPASTICIDAD O RIGIDEZ?

Me acuerdo de una paciente que me contaba que una vez se quejó a su neurólogo porque se le ponía la pierna rígida y el neurólogo la corrigió diciéndola que se la ponía espástica. Mi paciente no entendía nada ya que ella sentía perfectamente su pierna rígida. ¡Sabría ella si su pierna estaba rígida o no! El doctor insistió en que eso que tenía ella era espasticidad. No la explicó nada más y cuando volvió a revisión, al cabo de al menos seis meses, el doctor la preguntó qué tal estaba y si notaba la pierna rígida. La mujer le corrigió diciendo: ¡Querrá decir usted espástica, doctor!

Esta es una confusión común. Tanto espasticidad como rigidez quieren decir hipertonía, aumento del tono basal del músculo, dureza a la hora de realizar movimientos. Ahora bien, hay diferencias entre ambas que ahora veremos. Desde luego la palabra rigidez estaba dentro de nuestro vocabulario antes de dedicarnos a la neurorrehabilitación  o padecer una enfermedad neurológica, mientras que la palabra espasticidad no formaba parte de nuestro registro previo.

Hay que entender que el lenguaje es importante para entendernos con los usuarios que acuden a nuestros servicios. Si corregimos a una persona y la decimos que tiene espasticidad en vez de rigidez, hemos de dedicar al menos unos minutos a que comprenda la diferencia. De esta forma en sucesivas ocasiones hablaremos un lenguaje común y la comunicación será más fluida con lo que mejorará también la adherencia al tratamiento y la motivación.

Veamos ahora la diferencia entre ambos conceptos sabiendo que ambos son dos formas de hipertonía.

La espasticidad es característica de la lesión de las vía piramidal (por ello hablamos de síndrome piramidal). Esta vía neurológica es la que transmite las señales motoras directamente desde la corteza cerebral motora hasta la médula espinal contralateral. Es decir, es una vía directa. Por ello decimos también que la espasticidad se origina por la lesión de la motoneurona superior, es decir, la que sale de la corteza motora hasta llegar a su sinapsis (conexión) en la médula espinal.  La lesión incluye también a las interneuronas inhibidoras. Al no funcionar correctamente estas interneuronas que inhiben, se provoca una exagerada respuesta motora. Por ello se elimina el tono muscular normal debido a la falta de inhibición, con lo que habrá demasiada excitación.

Este exceso de excitación hace que el tono esté aumentado de forma que si la persona quiere realizar voluntariamente un movimiento, nota una resistencia o dureza que le dificulta su realización. Además, esta hipertonía provoca un aumento exagerado de los reflejos miotendinosos. Es decir, si das un golpecito en el tendón rotuliano (en la rodilla) de una persona con espasticidad, lo más normal es que el movimiento de la pierna sea exagerado. La respuesta refleja está exagerada por la falta de inhibición.

Decimos también que la espasticidad es un aumento de la resistencia muscular dependiente de la velocidad. Con esto queremos señalar que cuanto más rápida sea la velocidad con la que quieres mover un segmento, mayor será la resistencia. Por ello, a la hora de movilizar a personas con espasticidad, es muy importante hacerlo despacio y suavemente.

Existe una característica para reconocer  la espasticidad que es el famoso “signo de la navaja”. Al hacer un estiramiento suave, al inicio del movimiento notamos una resistencia, que posteriormente cede de forma más o menos intensa. Ya sabemos que si movilizamos de forma brusca, la musculatura va a reaccionar con más espasticidad, mientras que si lo haces suave y lenta, el músculo cede.

navaja

HTTP://WWW.IDIBUJOSPARACOLOREAR.COM/DIBUJOS-DE-NAVAJAS-PARA-COLOREAR

La rigidez, sin embargo, es característica de la lesión de la vía extrapiramidal (por ello hablamos de síndrome extrapiramidal). Esa vía motora es indirecta y cuenta con sinapsis en otros núcleos grises como son los ganglios basales. La afectación de esta vía extrapiramidal también provoca hipertonía pero de características diferentes a la espasticidad. En este caso llamamos rigidez a la resistencia al desplazamiento pasivo de un segmento corporal. La rigidez extrapiramidal es una resistencia de tipo cérea (como si el segmento fuera de cera). Es una resistencia homogénea o uniforme a lo largo del desplazamiento o puede ofrecer resaltos intermitentes, como si la resistencia cediese a escalones. a este fenómeno lo llamamos ” signo de la de rueda dentada o del caño de plomo”. Además, la rigidez, suele darse junto a otros síntomas frecuentes en lesiones de los ganglios de la base como son la bradicinesia (lentitud de los movimientos) o el temblor de reposo, característicos de la enfermedad de Parkinson.

rueda dentada

HTTPS://WWW.FREEPIK.ES/ICONOS-GRATIS/RUEDA-DE-ENGRANAJE-CON-LOS-DIENTES_733418.HTM

Ahora sabemos que, tratándose de dos tipos de hipertonía, la espasticidad y la rigidez tienen una casusa diferente (lesión piramidal o extrapiramidal). Y sabemos también que mientras el “signo de la navaja” es característico de la espasticidad”, el “signo de la rueda dentada” o la resistencia cérea son típicos de la rigidez extrapiramidal.

Autora del artículo: Beatriz Tierno Tierno. Terapeuta Ocupacional, Fisioterapeuta, formada en PNL, hipnosis y otras terapias afines.

E-mail: beatriztiernotierno@gmail.com

¿Cómo reducir la espasticidad en parálisis cerebral?

Todos sabemos que la espasticidad es muy común en pacientes que presentan daño neurológico, y es una de las grandes preocupaciones de todos los profesionales que trabajamos en Neurorrehabilitación.

Por eso, queríamos compartir este interesante artículo que hemos encontrado en el blog de Fisioterapia y Terapia ocupacional, nos facilita el conocimiento y ejercicios de varias técnicas para disminuir la espasticidad en el niño con parálisis cerebral.

Nos ha parecido muy útil de compartir, además como siempre referimos las pautas que están encaminadas en este caso para niños, nos pueden servir de idea adaptándolas a las características de adultos con otro tipo de patología.

El autor aborda técnicas de liberación miofascial definiendolas como: “Una aplicación de tracción sostenida y la presión que se aplica muy suave a los tejidos. Este proceso de liberación empieza con el aumento de la temperatura y energía del tejido. El cual resulta en una elongación y alargamiento dirigido por la fascia de la persona”

Detalla todos los pasos a seguir con ilustraciones y vídeo, así como las indicaciones y contraindicaciones.

Otro de los métodos utilizados es el concepto bobath, detallando varios ejercicios, detallando el desarrollo normal y anormal.

Podéis acceder a el artículo a través del siguiente enlace:

http://fisioterapiayterapiaocupacional.blogspot.com.es/2013/11/como-reducir-la-espasticida-en-un-nino.html#.VlWglHYvfIU

Gracias por leernos.

Fuente de la información e imagen:

 http://fisioterapiayterapiaocupacional.blogspot.com.es/

Ya sabéis, que en nuestro apartado de “Formación” podéis consultar el calendario que RHBNEUROMAD tiene programado para los próximos meses:

https://rhbneuromad.com/2019/07/26/quieres-especializarte-en-rehabilitacion-neurologica/

EXPERTO UNIVERSITARIO TERAPIA DE LA MANO NEUROLÓGICA. APLICACIONES EN LA PRÁCTICA CLÍNICA. 1ª Edición. (3)+

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rhbneuromad@gmail.com

ARTÍCULO: Movilización Neuromeníngea Contralateral para la Espasticidad.

En otra entrada publicada hace tiempo, se habló de la importancia de realizar estiramientos musculares para disminuir el tono y mejorar la elasticidad de la musculatura espástica, en concreto del tríceps sural.

En esta ocasión, me gustaría llamar la atención acerca del estiramiento, o mejor dicho, movilización, de otra estructura: la nerviosa. Y es que, como señala P.M. Davies, en “Pasos a seguir” (gran libro de neurorrehabilitación), tras una lesión del sistema nervioso, se desarrolla un aumento normal de tensión que interfiere en la movilidad. La longitud de adaptación se verá imposibilitada por el aumento de tensión y, puesto que el sistema nervioso es una continuación de nervios y tejidos neurales interrelacionados, será fácil entender que la tensión anormal en cualquier área afectará también a otras partes del sistema de manera adversa… Posturas anormales prolongadas y la inmovilidad, tan frecuentes en lesiones del Sistema Nervioso Central, tendrán tendencia a intensificar y mantener el aumento de tensión, provocando una mayor resistencia al movimiento libre. La patoneurodinámica está muy relacionada con la mayoría de las alteraciones típicas de movimiento y con el desarrollo de síntomas desagradables.

Y es que, la alteración en la movilidad del tejido nervioso, además de interferir en la amplitud del movimiento y en el tono muscular, puede repercutir en la sensibilidad táctil y propioceptiva así como ser causa de dolor.

En cuanto al miembro superior, puede ser interesante realizar movilizaciones de los nervios mediano, cubital y radial verificando en cuáles hay mayor restricción.

Dibujo                                   Movilización del nervio mediano

Yo suelo recomendar a pacientes con espasticidad moderada en el miembro superior que realicen movilizaciones del nervio mediano en sus domicilios utilizando una pared. Hay que precisar que este tipo de movilizaciones no son como los estiramientos musculares. A la hora de movilizar un nervio hay que llevarlo hasta el punto en el que uno empieza a sentir la tirantez y ahí aflojar y ganar rítmicamente. No se trata de hacer un estiramiento mantenido ya que pueden aparecer parestesias y aumentar la sensibilidad nociceptiva. Hay que tener cuidado en caso de disminuciones severas de la sensibilidad, entonces confiaremos en la resistencia sentida por el terapeuta e iremos más despacio.

¿Y en qué brazo realizamos la movilización? La lógica podría hacernos pensar que exclusivamente en el que tiene espasticidad. Sin embargo, puede ser también interesante hacerlo en el miembro contralateral, como muestra un estudio publicado en Journal of Bodywork and Movement Therapies (http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22703748).
Aunque los resultados, debido a la pequeña muestra (6 sujetos) no son significativos, muestran como, practicando una movilización neural dirigida al plexo braquial y, más en concreto, al nervio mediano, en el miembro superior no afecto por el ictus, la actividad eléctrica en el músculo bíceps braquial del lado afecto mejora (en espásticos, desciende; en flácidos, aumenta).

Parece increíble que pueda normalizarse el tono muscular del brazo afectado tratando solo al contralateral. Puede ser especialmente importante dirigirse al brazo no afecto cuando el brazo afectado no puede abordarse por extrema hipersensibilidad y cuadros de hombro-mano dolorosos severos.

Me gustaría saber si los terapeutas que tratáis con espasticidad, estáis ya utilizando estas técnicas y con qué resultados. Yo hasta ahora solo he trabajado homolateralmente pero a partir de ahora, probaré también a realizar movilizaciones contralaterales y recomendarlas para casa.

Gracias por vuestros comentarios.

Beatriz Tierno Tierno. Fisioterapeuta y Terapeuta Ocupacional.

beatriztiernotierno@gmail.com

Artículo original:

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22703748

Analysis of electromyographic activity in spastic biceps brachii muscle following neural mobilization

Jéssica Castilhoa, Luiz Alfredo Braun Ferreiraa, Wagner Menna Pereiraa, Hugo Pasini Netob, José Geraldo da Silva Morellib, Danielle Brandalizea, Ivo Ilvan Kerppersa, Claudia Santos Olivei-ra, PhDb,

a Universidade Estadual do Centro-Oeste (UNICENTRO), Brazil
b Universidade Nove de Julho (UNINOVE), Brazil

Received 6 October 2011. Revised 15 November 2011. Accepted 13 December 2011. Available online 20 January

ARTÍCULO: «Movilización Neuromeníngea Contralateral para la Espasticidad».

En otra entrada ya hablamos de la importancia de realizar estiramientos musculares para disminuir el tono y mejorar la elasticidad de la musculatura espástica, en concreto del tríceps sural.

En esta ocasión, me gustaría llamar la atención acerca del estiramiento, o mejor dicho,movilización, de otra estructura: la nerviosa. Y es que, como señala P.M. Davies, en “Pasos a seguir” (gran libro de neurorrehabilitación), tras una lesión del sistema nervioso, se desarrolla un aumento normal de tensión que interfiere en la movilidad. La longitud de adaptación se verá imposibilitada por el aumento de tensión y, puesto que el sistema nervioso es una continuación de nervios y tejidos neurales interrelacionados, será fácil entender que la tensión anormal en cualquier área afectará también a otras partes del sistema de manera adversa… Posturas anormales prolongadas y la inmovilidad, tan frecuentes en lesiones del Sistema Nervioso Central, tendrán tendencia a intensificar y mantener el aumento de tensión, provocando una mayor resistencia al movimiento libre. La patoneurodinámica está muy relacionada con la mayoría de las alteraciones típicas de movimiento y con el desarrollo de síntomas desagradables.

Y es que, la alteración en la movilidad del tejido nervioso, además de interferir en la amplitud del movimiento y en el tono muscular, puede repercutir en la sensibilidad táctil y propioceptiva así como ser causa de dolor.

En cuanto al miembro superior, puede ser interesante realizar movilizaciones de los nervios mediano, cubital y radial verificando en cuáles hay mayor restricción.

Dibujo

Movilización del nervio mediano

Yo suelo recomendar a pacientes con espasticidad moderada en el miembro superior que realicen movilizaciones del nervio mediano en sus domicilios utilizando una pared. Hay que precisar que este tipo de movilizaciones no son como los estiramientos musculares. A la hora de movilizar un nervio hay que llevarlo hasta el punto en el que uno empieza a sentir la tirantez y ahí aflojar y ganar rítmicamente. No se trata de hacer un estiramiento mantenido ya que pueden aparecer parestesias y aumentar la sensibilidad nociceptiva. Hay que tener cuidado en caso de disminuciones severas de la sensibilidad, entonces confiaremos en la resistencia sentida por el terapeuta e iremos más despacio.

¿Y en qué brazo realizamos la movilización? La lógica podría hacernos pensar que exclusivamente en el que tiene espasticidad. Sin embargo, puede ser también interesante hacerlo en el miembro contralateral, como muestra un estudio publicado en Journal of Bodywork and Movement Therapies (http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22703748).
Aunque los resultados, debido a la pequeña muestra (6 sujetos) no son significativos, muestran como, practicando una movilización neural dirigida al plexo braquial y, más en concreto, al nervio mediano, en el miembro superior no afecto por el ictus, la actividad eléctrica en el músculo bíceps braquial del lado afecto mejora (en espásticos, desciende; en flácidos, aumenta).

Parece increíble que pueda normalizarse el tono muscular del brazo afectado tratando solo alcontralateral. Puede ser especialmente importante dirigirse al brazo no afecto cuando el brazo afectado no puede abordarse por extrema hipersensibilidad y cuadros de hombro-mano dolorosos severos.

En una entrada próxima, explicaré cómo realizar las movilizaciones y automovilizaciones del nervio mediano. De momento, me gustaría saber si los terapeutas que tratáis con espasticidad, estáis ya utilizando estas técnicas y con qué resultados. Yo hasta ahora solo he trabajado homolateralmente pero a partir de ahora, probaré también a realizar movilizaciones contralaterales y recomendarlas para casa.

Gracias por vuestros comentarios.

Beatriz Tierno Tierno. Fisioterapeuta y Terapeuta Ocupacional.

beatriztiernotierno@gmail.com

Artículo original:

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22703748

Analysis of electromyographic activity in spastic biceps brachii muscle following neural mobilization

Jéssica Castilhoa, Luiz Alfredo Braun Ferreiraa, Wagner Menna Pereiraa, Hugo Pasini Netob, José Geraldo da Silva Morellib, Danielle Brandalizea, Ivo Ilvan Kerppersa, Claudia Santos Olivei-ra, PhDb,

a Universidade Estadual do Centro-Oeste (UNICENTRO), Brazil
b Universidade Nove de Julho (UNINOVE), Brazil

Received 6 October 2011. Revised 15 November 2011. Accepted 13 December 2011. Available online 20 January 2012.

¿Cómo reducir la espasticidad en parálisis cerebral?

Todos sabemos que la espasticidad es muy común en pacientes que presentan daño neurológico, y es una de las grandes preocupaciones de todos los profesionales que trabajamos en Neurorrehabilitación.

Por eso, queríamos compartir este interesante artículo que hemos encontrado en el blog de Fisioterapia y Terapia ocupacional, nos facilita el conocimiento y ejercicios de varias técnicas para disminuir la espasticidad en el niño con parálisis cerebral.

Nos ha parecido muy útil de compartir, además como siempre referimos las pautas que están encaminadas en este caso para niños, nos pueden servir de idea adaptándolas a las características de adultos con otro tipo de patología.

El autor aborda técnicas de liberación miofascial definiendolas como: “Una aplicación de tracción sostenida y la presión que se aplica muy suave a los tejidos. Este proceso de liberación empieza con el aumento de la temperatura y energía del tejido. El cual resulta en una elongación y alargamiento dirigido por la fascia de la persona”

Detalla todos los pasos a seguir con ilustraciones y vídeo, así como las indicaciones y contraindicaciones.

Otro de los métodos utilizados es el concepto bobath, detallando varios ejercicios, detallando el desarrollo normal y anormal.

Podéis acceder a el artículo a través del siguiente enlace:

http://fisioterapiayterapiaocupacional.blogspot.com.es/2013/11/como-reducir-la-espasticida-en-un-nino.html#.VlWglHYvfIU

Gracias por leernos.

Fuente de la información e imagen:

 http://fisioterapiayterapiaocupacional.blogspot.com.es/

Nuevo artículo: ¿ESPASTICIDAD O RIGIDEZ?

Me acuerdo de una paciente que me contaba que una vez se quejó a su neurólogo porque se le ponía la pierna rígida y el neurólogo la corrigió diciéndola que se la ponía espástica. Mi paciente no entendía nada ya que ella sentía perfectamente su pierna rígida. ¡Sabría ella si su pierna estaba rígida o no! El doctor insistió en que eso que tenía ella era espasticidad. No la explicó nada más y cuando volvió a revisión, al cabo de al menos seis meses, el doctor la preguntó qué tal estaba y si notaba la pierna rígida. La mujer le corrigió diciendo: ¡Querrá decir usted espástica, doctor!

Esta es una confusión común. Tanto espasticidad como rigidez quieren decir hipertonía, aumento del tono basal del músculo, dureza a la hora de realizar movimientos. Ahora bien, hay diferencias entre ambas que ahora veremos. Desde luego la palabra rigidez estaba dentro de nuestro vocabulario antes de dedicarnos a la neurorrehabilitación  o padecer una enfermedad neurológica, mientras que la palabra espasticidad no formaba parte de nuestro registro previo.

Hay que entender que el lenguaje es importante para entendernos con los usuarios que acuden a nuestros servicios. Si corregimos a una persona y la decimos que tiene espasticidad en vez de rigidez, hemos de dedicar al menos unos minutos a que comprenda la diferencia. De esta forma en sucesivas ocasiones hablaremos un lenguaje común y la comunicación será más fluida con lo que mejorará también la adherencia al tratamiento y la motivación.

Veamos ahora la diferencia entre ambos conceptos sabiendo que ambos son dos formas de hipertonía.

La espasticidad es característica de la lesión de las vía piramidal (por ello hablamos de síndrome piramidal). Esta vía neurológica es la que transmite las señales motoras directamente desde la corteza cerebral motora hasta la médula espinal contralateral. Es decir, es una vía directa. Por ello decimos también que la espasticidad se origina por la lesión de la motoneurona superior, es decir, la que sale de la corteza motora hasta llegar a su sinapsis (conexión) en la médula espinal.  La lesión incluye también a las interneuronas inhibidoras. Al no funcionar correctamente estas interneuronas que inhiben, se provoca una exagerada respuesta motora. Por ello se elimina el tono muscular normal debido a la falta de inhibición, con lo que habrá demasiada excitación.

Este exceso de excitación hace que el tono esté aumentado de forma que si la persona quiere realizar voluntariamente un movimiento, nota una resistencia o dureza que le dificulta su realización. Además, esta hipertonía provoca un aumento exagerado de los reflejos miotendinosos. Es decir, si das un golpecito en el tendón rotuliano (en la rodilla) de una persona con espasticidad, lo más normal es que el movimiento de la pierna sea exagerado. La respuesta refleja está exagerada por la falta de inhibición.

Decimos también que la espasticidad es un aumento de la resistencia muscular dependiente de la velocidad. Con esto queremos señalar que cuanto más rápida sea la velocidad con la que quieres mover un segmento, mayor será la resistencia. Por ello, a la hora de movilizar a personas con espasticidad, es muy importante hacerlo despacio y suavemente.

Existe una característica para reconocer  la espasticidad que es el famoso “signo de la navaja”. Al hacer un estiramiento suave, al inicio del movimiento notamos una resistencia, que posteriormente cede de forma más o menos intensa. Ya sabemos que si movilizamos de forma brusca, la musculatura va a reaccionar con más espasticidad, mientras que si lo haces suave y lenta, el músculo cede.

navaja

http://www.idibujosparacolorear.com/dibujos-de-navajas-para-colorear

La rigidez, sin embargo, es característica de la lesión de la vía extrapiramidal (por ello hablamos de síndrome extrapiramidal). Esa vía motora es indirecta y cuenta con sinapsis en otros núcleos grises como son los ganglios basales. La afectación de esta vía extrapiramidal también provoca hipertonía pero de características diferentes a la espasticidad. En este caso llamamos rigidez a la resistencia al desplazamiento pasivo de un segmento corporal. La rigidez extrapiramidal es una resistencia de tipo cérea (como si el segmento fuera de cera). Es una resistencia homogénea o uniforme a lo largo del desplazamiento o puede ofrecer resaltos intermitentes, como si la resistencia cediese a escalones. a este fenómeno lo llamamos » signo de la de rueda dentada o del caño de plomo». Además, la rigidez, suele darse junto a otros síntomas frecuentes en lesiones de los ganglios de la base como son la bradicinesia (lentitud de los movimientos) o el temblor de reposo, característicos de la enfermedad de Parkinson.

rueda dentada

https://www.freepik.es/iconos-gratis/rueda-de-engranaje-con-los-dientes_733418.htm

Ahora sabemos que, tratándose de dos tipos de hipertonía, la espasticidad y la rigidez tienen una casusa diferente (lesión piramidal o extrapiramidal). Y sabemos también que mientras el «signo de la navaja» es característico de la espasticidad», el «signo de la rueda dentada» o la resistencia cérea son típicos de la rigidez extrapiramidal.

Autora del artículo: Beatriz Tierno Tierno. Terapeuta Ocupacional, Fisioterapeuta, formada en PNL, hipnosis y otras terapias afines.

E-mail: beatriztiernotierno@gmail.com

Artículo: ¿Cómo reducir la espasticidad en parálisis cerebral?

Todos sabemos que la espasticidad es muy común en pacientes que presentan daño neurológico, y es una de las grandes preocupaciones de todos los profesionales que trabajamos en Neurorrehabilitación.

Por eso, queríamos compartir este interesante artículo que hemos encontrado en el blog de Fisioterapia y Terapia ocupacional, nos facilita el conocimiento y ejercicios de varias técnicas para disminuir la espasticidad en el niño con parálisis cerebral.

Nos ha parecido muy útil de compartir, además como siempre referimos las pautas que están encaminadas en este caso para niños, nos pueden servir de idea adaptándolas a las características de adultos con otro tipo de patología.

El autor aborda técnicas de liberación miofascial definiendolas como: “Una aplicación de tracción sostenida y la presión que se aplica muy suave a los tejidos. Este proceso de liberación empieza con el aumento de la temperatura y energía del tejido. El cual resulta en una elongación y alargamiento dirigido por la fascia de la persona”

Detalla todos los pasos a seguir con ilustraciones y vídeo, así como las indicaciones y contraindicaciones.

Otro de los métodos utilizados es el concepto bobath, detallando varios ejercicios, detallando el desarrollo normal y anormal.

Podéis acceder a el artículo a través del siguiente enlace:

http://fisioterapiayterapiaocupacional.blogspot.com.es/2013/11/como-reducir-la-espasticida-en-un-nino.html#.VlWglHYvfIU

Gracias por leernos.

Fuente de la información e imagen:

 http://fisioterapiayterapiaocupacional.blogspot.com.es/

ARTÍCULO: Movilización Neuromeníngea Contralateral para la Espasticidad.

En otra entrada ya hablamos de la importancia de realizar estiramientos musculares para disminuir el tono y mejorar la elasticidad de la musculatura espástica, en concreto del tríceps sural.

En esta ocasión, me gustaría llamar la atención acerca del estiramiento, o mejor dicho,movilización, de otra estructura: la nerviosa. Y es que, como señala P.M. Davies, en “Pasos a seguir” (gran libro de neurorrehabilitación), tras una lesión del sistema nervioso, se desarrolla un aumento normal de tensión que interfiere en la movilidad. La longitud de adaptación se verá imposibilitada por el aumento de tensión y, puesto que el sistema nervioso es una continuación de nervios y tejidos neurales interrelacionados, será fácil entender que la tensión anormal en cualquier área afectará también a otras partes del sistema de manera adversa… Posturas anormales prolongadas y la inmovilidad, tan frecuentes en lesiones del Sistema Nervioso Central, tendrán tendencia a intensificar y mantener el aumento de tensión, provocando una mayor resistencia al movimiento libre. La patoneurodinámica está muy relacionada con la mayoría de las alteraciones típicas de movimiento y con el desarrollo de síntomas desagradables.

Y es que, la alteración en la movilidad del tejido nervioso, además de interferir en la amplitud del movimiento y en el tono muscular, puede repercutir en la sensibilidad táctil y propioceptiva así como ser causa de dolor.

En cuanto al miembro superior, puede ser interesante realizar movilizaciones de los nervios mediano, cubital y radial verificando en cuáles hay mayor restricción.

Dibujo

Movilización del nervio mediano

Yo suelo recomendar a pacientes con espasticidad moderada en el miembro superior que realicen movilizaciones del nervio mediano en sus domicilios utilizando una pared. Hay que precisar que este tipo de movilizaciones no son como los estiramientos musculares. A la hora de movilizar un nervio hay que llevarlo hasta el punto en el que uno empieza a sentir la tirantez y ahí aflojar y ganar rítmicamente. No se trata de hacer un estiramiento mantenido ya que pueden aparecer parestesias y aumentar la sensibilidad nociceptiva. Hay que tener cuidado en caso de disminuciones severas de la sensibilidad, entonces confiaremos en la resistencia sentida por el terapeuta e iremos más despacio.

¿Y en qué brazo realizamos la movilización? La lógica podría hacernos pensar que exclusivamente en el que tiene espasticidad. Sin embargo, puede ser también interesante hacerlo en el miembro contralateral, como muestra un estudio publicado en Journal of Bodywork and Movement Therapies (http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22703748).
Aunque los resultados, debido a la pequeña muestra (6 sujetos) no son significativos, muestran como, practicando una movilización neural dirigida al plexo braquial y, más en concreto, al nervio mediano, en el miembro superior no afecto por el ictus, la actividad eléctrica en el músculo bíceps braquial del lado afecto mejora (en espásticos, desciende; en flácidos, aumenta).

Parece increíble que pueda normalizarse el tono muscular del brazo afectado tratando solo alcontralateral. Puede ser especialmente importante dirigirse al brazo no afecto cuando el brazo afectado no puede abordarse por extrema hipersensibilidad y cuadros de hombro-mano dolorosos severos.

En una entrada próxima, explicaré cómo realizar las movilizaciones y automovilizaciones del nervio mediano. De momento, me gustaría saber si los terapeutas que tratáis con espasticidad, estáis ya utilizando estas técnicas y con qué resultados. Yo hasta ahora solo he trabajado homolateralmente pero a partir de ahora, probaré también a realizar movilizaciones contralaterales y recomendarlas para casa.

Gracias por vuestros comentarios.

Beatriz Tierno Tierno. Fisioterapeuta y Terapeuta Ocupacional.

beatriztiernotierno@gmail.com

Artículo original:

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22703748

Analysis of electromyographic activity in spastic biceps brachii muscle following neural mobilization

Jéssica Castilhoa, Luiz Alfredo Braun Ferreiraa, Wagner Menna Pereiraa, Hugo Pasini Netob, José Geraldo da Silva Morellib, Danielle Brandalizea, Ivo Ilvan Kerppersa, Claudia Santos Olivei-ra, PhDb,

a Universidade Estadual do Centro-Oeste (UNICENTRO), Brazil
b Universidade Nove de Julho (UNINOVE), Brazil

Received 6 October 2011. Revised 15 November 2011. Accepted 13 December 2011. Available online 20 January 2012.

¿Cómo disminuir la hipertonía/espasticidad? Técnica DNHS en TCE.

La técnica DNHS® (Dry Needling for Hypertonia and Spasticity) es una técnica de punción seca cuyo objetivo es disminuir la espasticidad e hipertonía del paciente con lesión del sistema nervioso central y mejorar su funcionalidad.

La técnica DNHS® fue registrada por el investigador Pablo Herrero (2007), como una variante de las técnicas tradicionales de punción seca.

En diversos artículos, se muestra que la técnica es efectiva para reducir la hipertonía y espasticidad de pacientes con lesión del sistema nervioso central. La punción seca ha demostrado en el caso del tratamiento del dolor miofascial ser una técnica  igual de efectiva que la infiltración de sustancias como la toxina botulínica, con la ventaja de no tener efectos secundarios.

A diferencia del tratamiento del dolor miofascial, la efectividad de la técnica DNHS® en la espasticidad o hipertonía no ha podido compararse todavía con la infiltración de toxina botulínica, centrándose actualmente las investigaciones en analizar la efectividad de la técnica en comparación con otros tratamientos de fisioterapia o sobre grupos control.

En el vídeo que figura al inicio de este post, podemos ver la aplicación de la DNHS en los flexores de dedos y en el adducctor del pulgar en un paciente con Traumatismo Craneoencefálico, y su eficacia en la calidad de ejecución del movimiento durante una actividad funcional.

Esta técnica DNHS® es compatible con cualquier metodología de trabajo en el campo de la fisioterapia neurológica, su carácter analítico y selectivo permite complementar y mejorar la efectividad de otros tratamientos de fisioterapia de carácter más global.

Actualmente se están impartiendo cursos de formación en las diferentes provincias de España, y también en otros lugares del Mundo. Puedes consultar la programación de los cursos pinchando sobre los siguientes enlaces: http://www.dnhs.es/curso-nivel-i/ y http://www.dnhs.es/curso-nivel-i-y-ii/

Si quieres saber más sobre esta técnica, puedes acceder a la página oficial de DNHS (http://dnhs.es/) : En el apartado “Publicaciones” encontrarás un listado de artículos, ponencias y comunicaciones que avalan dicha técnica (http://dnhs.es/pag/publicaciones).

Fuente de la información: http://www.dnhs.es/