Geoffrey Raisman, británico de 75 años, lleva desde 1985 trabajando para demostar cómo ciertas células del bulbo olfatorio (células de la glía envolvente olfatoria (CGEO) pueden regenerar las fibras nerviosas y reparar la médula espinal.
Geoff Raismam, es el responsable del departamento de regeneración neural en el Instituto de Neurología de la University College de Londres.
Su investigación se inició primeramente en animales para ver su funcionamiento y resultados, y posteriormente buscando las aplicaciones médicas para los humanos. En esta trayectoria, también han participado los doctores Ying Li y Draqing Li.
Después de muchos años de investigación, han conseguido que una persona parapléjica, el búlgaro Darek Fidyka, pueda caminar de nuevo con ayuda de un andador. Darek sufrió una lesión medular a raíz de una agresión que le seccionó la médula espinal y le dejó parapléjico. Darek ha sido tratado en Polonia por cirujanos polacos y científicos británicos.
Los detalles de este tratamiento se explican en la publicación «Cell Transplantation». Las células de la glía envolvente olfatoria, tienen un gran poder regenerador y producen sustancias que ayudar a reparar los nervios y la médula. Darek Fidyka, recibió hasta 100 microinyecciones de células CGEO por encima y por debajo de la lesión medular. Se le implantó también tejido nervioso del tobillo que hiciera de andamio.
Esta nueva terapia, parece un campo prometedor no sólo de actuación en el caso de las lesiones medulares, sino también en otras posibles patologías. Primeramente es necesario demostrar y tener más evidencia de que este tratamiento es efectivo en lesionados medulares, para ello se necesita más financiación y el apoyo de la comunidad global de neurocirujanos. De momento, la financiación ha sido llevada a cabo por la UK Stem Cell Foundation y la Nicholls Spinal Injury Foundation.
Fuentes noticias:
http://www.elmundo.es/salud/2014/10/25/544a99af268e3ebd028b458a.html
Fuente imagen: http://www.famma.org/home/noticias-discapacidad/12322-un-hombre-con-paralisis-vuelve-a-caminar-gracias-a-un-tratamiento-pionero