Los resultados del estudio CADDIS ( Cervical Artery Dissection in Stroke Study) acaban de ser presentados en la Conferencia Internacional de ictus 2015 celebrada en Tennesse, y publicados simultáneamente en el Lancet Neurology.
Cada vez son más los pacientes que sufren un ictus a edades más tempranas, encontrándonos en las pruebas de imagen disecciones extracraneales de las arterias carótidas y vertebrales. Esto supone solo el 1% de todos los ictus, pero el 25% de los ocurridos en gente joven.
En algunos estudios observacionales realizados, estos ictus se asocian con altos índices de recurrencias y de embolias primarias que serían la causa de esa recurrencia, pudiendo ser detectadas con el Doppler transcraneal distal a la disección.
Para prevenir las recidivas solemos usar tratamientos anticoagulantes o antiplaquetarios sin conocer muy bien si uno es superior al otro, y no tenemos tampoco muy claro la intensidad y duración de estos tratamientos farmacológicos.
El estudio CADDIS, presentado por el Dr Hugh S Markus de la universidad de Cambridge, incluye a 250 pacientes con disección vertebral (n 132) y disección carotídea (n 118), con sintomatología neurológica, ingresados en servicios de Neurología del Reino Unido y Australia.
Los pacientes fueron randomizados y recibieron fármacos antiagregantes plaquetarios (aspirina, clopidogrel o ambos) o fármacos anticoagulantes (heparina de bajo peso molecular y warfarina posteriormente), durante 3 meses. El estudio fue realizado con doble ciego y el tempo de randomización fue de 3,65 días (eran derivados rápido, en torno a los 2 días del inicio de la clínica). El 10% de los pacientes recibieron trombolisis al inicio de la clínica.
En el 80% de los pacientes se diagnosticaron ictus o AIT (n 224) o sintomatología local como cefalea, cervicalgia o síndrome de Horner (n 26). En los que sufrían ictus, la afectación se producía ipsilateral, con una tasa del recurrencia del 1,6%.
Ningún paciente falleció y se diagnosticó una hemorragia subaracnoidea en el grupo de los pacientes con terapia anticoagulante.
Este estudio en fase 2 concluye que no hay diferencia entre tratamientos y que la posibilidad de que el ictus repita es baja. Pero los expertos opinan que debe hacerse un estudio en fase 3 en el que se necesitaría incluir a 10.000 pacientes.
Además habría que valorar la inclusión de los nuevos anticoagulantes o continuar tratando a estos pacientes con aspirina o clopidogrel durante al menos tres meses tras el episodio de disección carotídea o vertebral.
Referencia: Lancet Neurology.
Autora: Ana Belén Cordal López.