La hidrocinesiterapia mejora la consecución del movimiento funcional.

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A medida que nos hacemos mayores es más difícil mantenernos físicamente. En una población envejecida como la nuestra, cada vez nuestros pacientes afectados por enfermedades neurológicas son mayores de 70 años. En estos pacientes los ejercicios realizados en agua parecen ser más efectivos que los realizados en las salas de terapia si nuestro objetivo es conseguir un movimiento funcional.

Ya sabemos que el ejercicio físico reduce los factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión, hipercolesterolemia o la obesidad en la gente mayor.

En el estudio presentado en la 62 reunión del “American College of Sport Medicine” por investigadores de la Universidad de SaoPaulo, se estudiaron a 350 participantes asignados a uno de los grupos de cinco ejercicios: caminar, ejercicios en agua, ejercicios de resistencia, Pilates o ejercicios funcionales orientados a tareas. Se comparan con el grupo control, sin tratamiento.

Las mujeres incluidas en el grupo de ejercicios realizaban el programa 60 minutos, tres días a la semana, durante un año. Las mujeres que hacen ejercicio son más jóvenes que las incluidas en el grupo control, aunque no existe una gran diferencia (64 vs 21 años).

Los datos registrados son: el equilibrio, la capacidad funcional y la flexibilidad medidas valorando a los pacientes con varios test. La calidad de vida se valora con el “World Health Organization Quality of Life” (WHOQOL).

Test valorados en los pacientes:

  1. Ejercicios circulares de mano y muñeca: número de ejercicios circulares con ángulo completo realizados durante 30 segundos.
  2. Ejercicios de levantarse de la silla: número de veces que se levanta de la silla en 30 segundos.
  3. Tiempo que tarda en levantarse desde el suelo.
  4. Tiempo de “up and go”. Levantarse de la silla, caminar 3 metros y volver a sentarse.
  5. Tiempo que tarda en caminar o correr 800 metros.
  6. Equilibrio unipodal y tiempo en que se mantiene la postura en un solo pie.
  7. Flexibilidad poliarticular medida con goniometría.

La dieta de los pacientes no se controló y al final del estudio no encontraron diferencias en la composición corporal de grasa, músculo o niveles de agua en la determinación corporal.

Valoración de resultados:

La capacidad funcional y la calidad de vida mejoraron en todos los grupos que realizaban cualquier tipo de programa, comparado con los pacientes sedentarios.

Las pacientes que realizaban los ejercicios de resistencia obtenían mejores resultados en los movimientos de mano y en los ejercicios de ortoposición al levantarse de la silla.

Los pacientes que realizaban terapia en el agua presentaron mejores resultados en el tiempo de deambulación, de up and go y en equilibrio. Fueron capaces de controlar el equilibrio unipodal 30 segundos, dos veces superior al grupo control.

Las mujeres que realizaban pilates consiguieron incrementar su flexibilidad en igual proporción que las que realizaban ejercicios en agua.

Por lo tanto hacer ejercicios de resistencia en agua y pilates en suelo es lo más recomendable para conseguir una mayor flexibilización, propiocepción y prevención de caídas y fracturas en pacientes mayores.

Fuente: DR Bocalini PhD. American Collegue of Sport Medicine. 62 Annuel Meeting. May 29 2015.

Ana Belén Cordal López.

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