Cada vez nos resulta más habitual escuchar en nuestro entorno más cercano (o experimentar nosotros mismos) que las personas se encuentran en un estado anímico bajo, que todo «cuesta» un gran esfuerzo, que nos sentimos solos, que no podemos continuar hacia delante o que nos sentimos tristes…
Estos diferentes items fueron cuestionados a más de 16.000 personas adultas (mayores de 50 años), para la realización de un estudio que ha durado 12 años. Si de ellos, se contestaba afirmativamente al menos a tres (o más), los investigadores determinaban que se encontraban deprimidos.
De este estudio (y seguimiento de los diferentes casos) se ha deducido que las personas que sufren depresión a largo plazo, presentan un mayor riesgo de padecer infartos cerebrales; en cifras que doblan a los que no se encuentran deprimidos (Jaime Gallego, Coordinador Grupo de Enfermedades Cerebro-Cerebrovasculares de la SEN).
El estudio no ha logrado determinar en qué modo la depresión puede predisponer a sufrir un ictus; pero si que deja en evidencia la importancia de una adecuada salud mental sin la cual no podemos pretender un estado de salud física óptimo.
Resulta por tanto imprescindible otorgarle una correcta atención, gestionando a través del médico de cabecera y/o especialistas los recursos de apoyo que resulten necesarios (ya sean farmacológicos y/o psicoterapéuticos); realizando de tal modo un abordaje adecuado que prevenga de complicaciones no necesarias.
Podéis consultar la noticia al completo en el siguiente enlace: http://cadenaser.com/programa/2015/05/17/hora_14_fin_de_semana/1431850512_871030.html
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Un saludo y feliz lunes!!