Artículo: Signos clínicos y valoración aguda del Ictus que no debemos olvidar (Parte 2)

El tratamiento rehabilitador, control clínico del Ictus y prevención de complicaciones es un continuum que se inicia en el control prehospitalario y finaliza cuando damos de alta al paciente al haberse estabilizado el proceso.

Una vez que hemos realizado las pruebas complementarias y diagnosticado a nuestro paciente tenemos que tener en cuenta que las terapias del ictus isquémico depende de la localización de la lesión, del tiempo transcurrido desde el inicio de la clínica y las enfermedades concomitantes que el paciente presenta.

En los pacientes que acuden al hospital en un período entre 3 y 4,5 horas y no presentan alteraciones de la coagulación, la realización de trombolisis con plasminógeno recombinante activado (rt-PA) puede mejorar mucho el pronóstico funcional de los pacientes que luego acuden a rehabilitación. El uso intravenoso en ese período precoz del rt-PA puede disminuir mucho la discapacidad medida por la escala Rankin Scale of Global Disabiliy.

escala de Rankin

Hay evidencias de que la aplicación iv de rt-PA en las primeras 6 horas de clínica puede mejorar el pronóstico funcional. En la Conferencia Internacional de Ictus 2014, se presentó un estudio casos-controles realizado por Paiaroni y los investigadores colaboradores de Icaro, en el que no se encontraron diferencias clínicamente significativas en los resultados funcionales de pacientes que tras una obstrucción carotídea a nivel cervical, recibieron tratamiento con trombolisis IV a las 4,5 horas del episodio y otros pacientes que recibieron la terapia a las 6 horas.

Aunque el uso de rt-PA es quizá la terapia más importante en el ictus isquémico agudo, se están investigando muchas otras modalidades con el objetivo de realizar trombectomías mecánicas que permitan eliminar el trombo lo antes posible y que el cerebro pueda irrigar precozmente la zona de penumbra. Se están probando jets de succión, energía láser, ultrasonografía o aparatos similares a un sacacorchos con el objetivo de eliminar el trombo, como el de la siguiente fotografía. La técnica ya conocida de realizar angioplastia y colocación de stent  que se realiza en cirugía cardiovascular tras infartos de miocardio, se está investigando a nivel cerebral.

trombectomía cerebral

En los pacientes con un Ictus hemorrágico, es trascendental la interconsulta con Neurocirugía ante la posibilidad del aumento de la presión intracraneal con herniación hacia el tronco  cerebral, empobreciendo mucho el pronóstico funcional. La descompresión quirúrgica con cranetomía, puede ser necesaria para evacuar el hematoma.

La siguiente RMN en T2 muestra una trasnformación hemorrágica de un ictus isquémico, haciendo imposible el uso de rt-PA.

RMN T2

Pero no todos los hospitales disponen de unidades agudas de ictus, con personal especializado en el tratamiento agudo, por eso es trascendental el uso de nuevas tecnologías, como la puesta en marcha de la telemedicina, ya instaurada hace años en la comunidad de Madrid, permitiendo las interconsultas entre hospitales que disponen de unidades de rehabilitación y que no disponen de servicios de Neurología o Neurocirugía. Por medio de las interconsultas telemáticas se establece un contacto entre especialistas separados geográficamente incluso miles de kilómetros estableciendo  conexiones con centros en zonas de guerra o conflicto, puesto que ha sido precisamente el ejército español el primero en desarrollar en sistema de telemedicina en nuestro país.Numerosos países como Noruega o Brasil disponen de avanzadas redes de telemedicina.

telemedicina

Referencia: medscape.com.slideshow.stroke. May 2014.

Autora del artículo: Ana Belén Cordal López.

Médico Especialista en Medicina Física y Rehabilitación.

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