Un equipo de investigadoras del Instituto de Investigaciones Biomédicas (CSIC-UAM) y CIBERNED, lideradas por Teresa Iglesias y Margarita Díaz-Guerra del Instituto de Investigaciones Biomédicas (CSIC-UAM), han sentado las bases para el desarrollo de una nueva terapia contra el ictus. Su trabajo, ha sido publicado en la revista Cell Death and Disease.
Hasta ahora, la mayoría de las terapias eficaces contra el ictus isquémico iban dirigidas a disolver el coágulo o trombo que causaba la obstrucción arterial.
Pues bien, este equipo de investigadoras, ha desarrollado un péptido neuroprotector (derivado de la proteína Kidins220/ARMS), que es capaz de reducir la muerte neuronal por exitotoxicidad (uno de los mecanismos patológicos implicado en el ictus y en otras enfermedades neurodegenerativas).
Para ello, se ha estado caracterizando cascadas de señalización intracelular prosupervivencia (grupos de moléculas que cooperan entre sí para hacer que las células se mantengan vivas) y cuya actividad resulta profundamente alterada cuando se produce un ictus.
Con estos conocimientos se pretende desarrollar herramientas terapéuticas que interfieran en el proceso de muerte neuronal secundaria al daño primario, y que es responsable de la expansión del núcleo del infarto y agravamiento del daño neurológico.
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