Imágenes obtenidas de visionhelp
Hace unos meses tuve la oportunidad de participar como ponente en un curso organizado por el Centro Optopométrico Internacional, fundación que desarrolla labor docente e investigadora en alteraciones visuales en todos los ámbitos, desde daño cerebral adquirido, hasta la valoración visual de deportistas de élite.
Todos los años el Dr. Carl Hillier que trabaja en el Centro Visual de San Diego realizando valoración y rehabilitación de transtornos visuales, acude a Madrid y participa en la formación de optometristas.
El Dr. Hillier nos explicó el concepto de “Embodied cognition”. Nuestra memoria es una auténtica red, para memorizar un concepto debes de repetirlo hasta siete veces. Nuestro cerebro es capaz de evocar una idea o una palabra porqué somos capaces de relacionarlo con otras ideas u otros conceptos.
Algo tan sencillo como que la capacidad para efectuar movimientos en el ser humano surge gracias al trabajo conjunto de múltiples componentes corticales y periféricos que permiten recibir, integrar y analizar toda la información que llega del entorno que rodea al individuo a través de los sistemas sensoriales.
Son múltiples los sistemas sensoriales implicados en la capacidad motriz (sistema visual, somatosensorial, vestibular y perceptivo-cognitivo). La aparición de una alteración neurológica provoca en el paciente alteraciones motoras de carácter diverso, como debilidad muscular, anormalidades del tono muscular, problemas de coordinación, movimientos involuntarios y alteraciones musculoesqueléticas secundarias, que influirán en su adecuada adaptación al medio.
La visión es un sistema sensorial que nos proporciona información acerca de la localización de los objetos y la percepción de la profundidad y del movimiento. El sistema visual además de ser principalmente responsable de recibir información del entorno, provee información propioceptiva sobre el lugar en que se encuentra el propio cuerpo en el espacio y las relaciones espaciales entre los diferentes segmentos corporales.
La corteza visual puede descomponerse en dos vías: una dorsal (parietooccipital) relacionada con las características espaciales de la visión (¿dónde?) y una ventral (occipitotemporal)asociada a la identificación de los objetos visuales (¿qué?).
Cuándo trabajamos el control motor, es evidente que hay mayor eficiencia y precisión del movimiento en la visión binocular que en la visión monocular. Por lo tanto debemos tener esto en cuenta al tratar a nuestros pacientes afectados de hemianopsia o cuadrantanopsia, dos ejemplos muy frecuentes relacionados con lesiones cerebrales. O simplemente estar atentos a la adaptación gafas con prismas adecuados que corrijan esas alteraciones antes de realizar las terapias. Lo más probable es que la gafa que usaba la abuela antes del ictus ya no sea la adecuada para que acuda a las salas de terapia.
La información visual puede clasificarse en visión periférica y visión central. La periférica proporciona información al SNC sobre el contexto ambiental y el movimiento de los miembros, mientras que la central proporciona información específica del objeto.
Son claras también las relaciones entre la visión y la capacidad propioceptiva. Existen neuronas visuales occipitales que integran información propioceptiva de la mano para el desarrollo del movimiento sacádico, independientemente de la atención.
El desarrollo motor grueso se verá muy afectado por las limitaciones visuales, alterándose el procesamiento visual, originando alteraciones en la coordinación de los movimientos del propio cuerpo, de la manipulación de objetos y problemas de equilibrio.
Nuestra memoria es una auténtica red, para memorizar un concepto debes de repetirlo hasta siete veces. Nuestro cerebro es capaz de evocar una idea o un concepto porqué somos capaces de relacionarlo con otras ideas u otros conceptos.
Os invito a que visitéis los siguientes links que informan sobre cursos y nuevos conocimientos en el ámbito de la rehabilitación visual de pacientes con afectación neurológica y quiero que esto sirva para resaltar la importancia del optometrista, que normalmente no está incluido en nuestro equipo de neurorrehabilitación.
Referencias y Bibliografía: Cabeza. Neurorrehabilitación. 2012. Edit Panamericana.
Autora: Ana Belén Cordal López. Médico Rehabilitador.