Artículo: ¿PODRÉ VOLVER A ESCRIBIR CON LA MANO DERECHA?. Pronóstico funcional de la mano hemipléjica.

¿Cuántas veces os habéis visto en la tesitura de tener que contestar a una pregunta de este tipo? A veces el paciente quiere recuperar la misma funcionalidad que poseía antes del Daño cerebral pero nosotros contemplamos una mano cerrada cuyos dedos se mueven en bloque y nuestra experiencia nos dice que esa mano no volverá a escribir. ¿Cómo explicárselo al paciente?

Lo primero de todo, respetando la fase de duelo en la que se encuentra la persona. La discapacidad es una pérdida dolorosa que requiere un proceso de adaptación. Si aún está en fase de negación, una confrontación directa con la realidad puede ralentizar o frenar el proceso de ajuste a la nueva situación. Una forma de saber en qué fase está el paciente es devolverle la pregunta: ¿Tú qué crees? Entonces veremos si el paciente niega la situación real o está empezando a regatear o incluso a asumir y aceptar cierto grado de discapacidad. Si te contesta que ya ha pensado que a lo mejor tiene que aprender a firmar con la mano izquierda es que ya ha superado la fase de negación.

Hace muchos años, en unas jornadas de la AETB (Asociación Española de Terapeutas formados en el Concepto Bobath), señalaron tres requisitos necesarios para que una mano tenga un pronóstico funcional esperanzador después de un daño cerebral. El conocer estos tres requisitos a mí me ha ayudado en este tiempo a explicar a los alumnos, a los pacientes y a mí misma qué puedo esperar de una mano hemipléjica. Estos son los tres requisitos:

  • Capacidad de movimiento selectivo de los dedos. Si el paciente quiere mover el dedo índice, aunque el movimiento sea mínimo, que mueva solo ese dedo es un signo de buen pronóstico. Si cuando quiere mover un dedo, cierra toda la mano en bloque, el pronóstico es peor.
  • Extensión de muñeca. Que la muñeca tenga capacidad de extensión de al menos 0º es importante para posibilitar una oposición efectiva del pulgar necesaria para escribir y tantas otras funciones de la mano. Que el paciente presente una retracción importante de la musculatura flexora que impida incluso llegar a una posición neutra de la muñeca es signo de mal pronóstico.

Espero que conocer estos tres requisitos os ayude como me ayudó a mí a responder a la pregunta: ¿Podré volver a escribir con la mano derecha?.  Te recuerdo que puedes dejar tus comentarios.

Muchas gracias,

Autora: Beatriz Tierno Tierno.

beatriztiernotierno@gmail.com

Fuente imagen: http://www.josemira.com/2011/05/%C2%BFcada-cuanto-debo-escribir-en-el-blog/

La hidrocinesiterapia mejora la consecución del movimiento funcional.

A medida que nos hacemos mayores es más difícil mantenernos físicamente. En una población envejecida como la nuestra, cada vez nuestros pacientes afectados por enfermedades neurológicas son mayores de 70 años. En estos pacientes los ejercicios realizados en agua parecen ser más efectivos que los realizados en las salas de terapia si nuestro objetivo es conseguir un movimiento funcional.

Ya sabemos que el ejercicio físico reduce los factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión, hipercolesterolemia o la obesidad en la gente mayor.

En el estudio presentado en la 62 reunión del “American College of Sport Medicine” por investigadores de la Universidad de SaoPaulo, se estudiaron a 350 participantes asignados a uno de los grupos de cinco ejercicios: caminar, ejercicios en agua, ejercicios de resistencia, Pilates o ejercicios funcionales orientados a tareas. Se comparan con el grupo control, sin tratamiento.

Las mujeres incluidas en el grupo de ejercicios realizaban el programa 60 minutos, tres días a la semana, durante un año. Las mujeres que hacen ejercicio son más jóvenes que las incluidas en el grupo control, aunque no existe una gran diferencia (64 vs 21 años).

Los datos registrados son: el equilibrio, la capacidad funcional y la flexibilidad medidas valorando a los pacientes con varios test. La calidad de vida se valora con el “World Health Organization Quality of Life” (WHOQOL).

Test valorados en los pacientes:

  1. Ejercicios circulares de mano y muñeca: número de ejercicios circulares con ángulo completo realizados durante 30 segundos.
  2. Ejercicios de levantarse de la silla: número de veces que se levanta de la silla en 30 segundos.
  3. Tiempo que tarda en levantarse desde el suelo.
  4. Tiempo de “up and go”. Levantarse de la silla, caminar 3 metros y volver a sentarse.
  5. Tiempo que tarda en caminar o correr 800 metros.
  6. Equilibrio unipodal y tiempo en que se mantiene la postura en un solo pie.
  7. Flexibilidad poliarticular medida con goniometría.

La dieta de los pacientes no se controló y al final del estudio no encontraron diferencias en la composición corporal de grasa, músculo o niveles de agua en la determinación corporal.

Valoración de resultados:

La capacidad funcional y la calidad de vida mejoraron en todos los grupos que realizaban cualquier tipo de programa, comparado con los pacientes sedentarios.

Las pacientes que realizaban los ejercicios de resistencia obtenían mejores resultados en los movimientos de mano y en los ejercicios de ortoposición al levantarse de la silla.

Los pacientes que realizaban terapia en el agua presentaron mejores resultados en el tiempo de deambulación, de up and go y en equilibrio. Fueron capaces de controlar el equilibrio unipodal 30 segundos, dos veces superior al grupo control.

Las mujeres que realizaban pilates consiguieron incrementar su flexibilidad en igual proporción que las que realizaban ejercicios en agua.

Por lo tanto hacer ejercicios de resistencia en agua y pilates en suelo es lo más recomendable para conseguir una mayor flexibilización, propiocepción y prevención de caídas y fracturas en pacientes mayores.

Fuente: DR Bocalini PhD. American Collegue of Sport Medicine. 62 Annuel Meeting. May 29 2015.

Ana Belén Cordal López.